“DIOSA LUNA BLANCA”




Sí, yo tus invisibles manos y
tus alas blancas veo.
Cada noche,
al final del camino,
tu figura desnuda, yo la deseo.



Te llevo muy dentro del alma,
estoy contigo.
Mi sombra eres y donde voy,
tú me sigues.
Tras mis huellas vas,
te siento, estás conmigo,
y en la soledad de un sendero sin fin,
me persigues.



Es inútil que se aferren
a que tu nombre olvide.
Siempre dejaré que tu blanca luz,
entre mis dedos anide.
Nuestras almas crecieron
entrelazadas,
y entre un mismo fuego,
en un mismo crisol,
fueron también, purificadas.



Mi luz de blanca esperanza eres y,
donde tú vas te sigo,
justiciero de tu dolor …,
hasta el final te persigo …



De tus huellas soy esclavo,
mientras busco un nido de alas blancas,
que me pueda abrigar …
De rodillas en la tierra me clavo,
esperando tu bello regreso,
entre las nubes y entre la mar …



Diosa luna blanca,
cuando yo vea en la noche desierta,
el vuelo incesante de nuestra libertad,
me acordaré de ti …
Y tú, cuando veas la mañana despierta,
en el vaivén imborrable de nuestra claridad,
acuérdate de mi …,
y no me atormentes otra vez, con tu frialdad.
Diosa luna blanca, transparente espejo de mi serenidad …
¡ Acuérdate, acuérdate tú también..., de mi.!





Autor:( Copyright) Vicente V. Solera