"ETERNIDAD"


Toda mi vida creí, que la ciudad era mi hogar,
y ahora sé, que mi hogar, jamás fue la ciudad.
Toda mi vida pensé,
que las calles formaban parte de mi,
y ahora sé, que parte de mi,
sólo son como cenizas, aquí.


A veces nuestra conciencia nos aplaude
y otras veces se burla de nosotros,
y todo se queda por decidir ...,
¿ echamos más leña al fuego
o le echamos más fuego al tiempo.?


A veces alzo los ojos para ver un pedazo de cielo,
y así apreciar, que hoy igual que ayer, soy yo,
y todo se funde en cada expresión de la mañana,
mientras que el pincel,
salpica su pintura sobre mi rostro,
ensombreciendo la luz del camino, sin vergüenza,
y entonces es cuando te preguntas,
¿ qué es lo que pintamos aquí ?
en esta ebullición de ser y existir.


Tuve una puerta abierta,
que me llevaba hacia el pasillo del mundo,
y como buen peregrino caminé,
con la tierra en la palma de mis manos,
con la vida en la punta de mis dedos,
y la puerta jamás la cerré yo ...,
tú no lo sabes, pero yo sí sé cuál fue mi pecado ...,
aunque no tienes que desgarrarte mucho la piel,
para descubrir más allá de mis huesos.


Toda mi vida creí, que la ciudad era mi hogar,
y ahora sé, que mi hogar, está al otro lado de la ciudad.
Toda mi vida pensé, que las calles formaban parte de mi,
y ahora sé, que parte de mi,
sólo es el cordón umbilical, que me une a ti ... Eternidad.


©Vicente V. Solera