“FLOR DE OTOÑO SOBRE TU PIEL”




Mágica mañana,
entró hoy, por la ventana.
Las hojas de los árboles,
nos dan sus últimos besos, en el aire.
Paisajes en mis ojos, color ocre,
y mi voz callada, suspira
tu nombre.







Hoy, las dudas, la discordia
y todo lo que nos hace temer,
se marchita en ese viejo jarrón de porcelana.
Mientras que la fe
y el amor a flor
de piel,
florecen en el jardín de la esperanza.



Me importas tanto,
como la luz de la mañana.
Por este mundo, sin ti, ya no sé caminar.
Quiero abrig
arte,
con otro beso de otoño, sobre tu alma,
pero recuérdame, por lo qué debemos continuar …







Recuérdame lo que tenemos,
recuérdame lo que nos queda,
cegado por otras pasio
nes, lo olvidé,
y quiero escuchar, lo que
ya no vemos …,
pues con el paso del tiempo, me marchité …



Recuérdame, lo que en el pasado,
me hiciste sentir,
porque con tantos problemas y tanto trabajo,
muchos deseos, perdí.



Recuérdamelo, todo ahora,
como lo hiciste ayer,
recuérdamelo, ahora que cae,
flor de otoño, sobre tu piel.







Te recuerdo,
que tenemos un pasado,
deseos, sueños y un presente,
que debe seguir palpitando, en el corazón.
Tenemos,
un futuro vagando por nuestra mente,
que debemos afrontar con ilusión,
y nos quedan sonrisas,
lágrimas y fuerza suficiente,
para resistir la locura, de la contradicción.



Todo en nuestra vida,
debe seguir floreciendo,
porque aún nos quedan recuerdos,
que nos llenan de bienestar.
Todo en nuestro camino,
debe seguir amaneciendo,
porque hay más de mil locuras,
que debemos condenar …,
el cinismo, la violencia
y tantos maltratos …,
injustas condenas, de nuestra sociedad.
Y debemos seguir,
porque tenemos costumbres que inmortalizar,
besos, abrazos, ternura
y pasiones nuevas, deben seguir floreciendo,
por todas éstas cosas, debemos continuar …



Mágica lluvia,
acaricia nuestro cuerpo, esta noche.
Una alfombra de hojas caídas,
construiremos en nuestra casa,
y descubriremos entre las hojas color ocre,
nuestra bella magia …







Buscaremos al duende del silencio,
para abrazarnos,
para acariciarnos,
y besarnos,
tumbados en la sabana,
de nuestra desnudez,
entre las hojas dormidas, bajo la blanca dama …,
como lo hicimos ayer.
Esta noche, que cae,
flor de otoño, sobre tu piel.



Me importas tú, no tantos falsos disfraces …
Te quiero con amor verdadero,
y se lo grito a los cuatro mares,
a los siete cielos,
y te lo grito a los cuatro vientos,
por los vivos y, por mis muertos.



Todo ahora, así te lo recuerdo,
bajo esta lluvia, color miel,
ahora que cae,
flor de otoño, sobre tu piel.











Autor:( Copyright) Vicente V. Solera