“LA NIÑA, TAN NIÑA …”


Cada noche,
recostada en su almohada,
la niña me cuenta su bello sueño de fábula,
y yo fascinado,
me adentro hasta el centro de su alma.



Cuando empieza la noche,
la escucho con gran emoción,
hasta que nos adormece
la primera estrella de la madrugada.
La niña, cada anochecer,
me embriaga de maravillosa luz enamorada.



La niña, tan niña, y ya sueña con marchar …



Las hadas del deseo,
como mariposas,
vuelan hacia una nube multicolor,
la niña me cuenta,
que ahora su padre es el sol,
sus hermanas las estrellas,
su hermano, el hijo de un Dios …







La lluvia le abre luminosas estelas de libertad,
las nubes como un coro de ángeles,
le cantan himnos de paz,
y al anochecer, la luna,
a su corazón lo acuna,
mientras le canta una nana llena de color.
La niña me cuenta,
que le dio el beso de las buenas noches, al sol,
la luna, ahora,
es su compañera más fiel,
su compañera y su madre a la vez.







La niña, tan niña, y ya sueña con marchar …



Me cuenta, que aquí abajo …,
ya no puede aguantar,
nuestra soberbia, nuestros rencores,
nuestra guerra,
nuestra prepotencia y codicia desmedida,
le aterra.



No aguanta,
nuestro mundo corrompido,
por los que tienen el poder,
y la injusticia, que sin escrúpulos,
mata por placer.
La niña me cuenta, no aguanto contigo …,
no aguanto este mundo que has construido,
hermano, sin contar conmigo.



Las hadas del deseo,
como mariposas,
vuelan cada noche, hacia ese lugar.
La niña, tan niña, y ya sueña con marchar.
Me cuenta,
que le han ofrecido en el cielo,
un hogar.




Autor:( Copyright)
Vicente V. Solera